Introducción: ¿De dónde sale esta gilipollez?
El presente relato surgió una noche de salvaje diversión en una garita de Sardatown. Estábamos allí algunos amigos y se nos ocurrió jugar a un divertido juego llamado "Érase una vez...". Trata de improvisarse cuentos a partir de unas cartas que se te entregan. En las cartas hay conceptos que deben salir en el cuento que tu relates. Debes enlazar todos los conceptos y enlazarlo todo con el final que se te entrega en otra carta escogida al azar. Los otros jugadores pueden interrumpirte poniendote otras cartas llamadas "interrupción" con conceptos que deberás añadir en la historia. Si la historia pierde el sentido sigue otro jugador. Yo gané una vez, y luego 3 o 4 más en las que no pudieron jugar otros jugadores... Este fue uno de los cuentos que improvisé... pero más trabajado.
El Bello Durmiente o… El príncipe que se quedó dormido con dos años y despertó con dieciocho sabiendo hablar y escribir perfectamente.
Érase una vez un rey que vivía escondido en una cueva en lo más profundo del más frondoso bosque su reino, Miölle. Dicha cueva estaba decorada lujosamente, poseía instalación eléctrica, gas, calefacción, agua corriente y hasta llegaba allí el adsl. Tras una reforma la habían dividido en diferentes estancias y la habían convertido en el palacio del rey. El rey, cuyo nombre era Bernardo, se había visto obligado a esconderse por que su hijo menor, que tenía 18 años y vivía en lo alto de una escalera marca “Escatum”, había provocado un levantamiento militar en Miölle. Las razones: la envidia. Su hermano mayor, de 20 años, era mucho más hermoso y además era el heredero. Pero él no se habría levantado en armas si no considerara injusto que su hermano pudiera heredar, pues éste estaba maldito.
El hijo mayor del rey llevaba 18 años dormido. Sorprendentemente se había nutrido y había crecido… los científicos todavía a día de hoy investigan como, pues no estaba enchufado a nada. El marido del rey convenció a este de que la maldición era simplemente un sueño. Un sueño tan dulce y agradable que el joven príncipe no querría despertar. El rey comenzaba a volverse loco, pues desde hacía un año las cosas iban de mal en peor. No solo los científicos no encontraban ninguna solución, además perdían el tiempo intentando averiguar como se auto alimentaba el príncipe. Por otro lado su otro hijo estaba conquistando SU reino. Decidió pues que reuniría a todos sus caballeros. Así lo hizo, y todos se presentaron en la mesa pentagonal de la sala principal de la cueva. 13 de ellos eran humanos, el restante era un monstruo… y fue reclutado durante la campaña de admisión de extranjeros en el ejército… es decir… tiene los papeles de ciudadano miöllano. En cualquier caso solicitó a todos sus caballeros que jurasen dar la vida hasta encontrar una solución para despertar a su hijo, pues si alguien podía frenar la sangrienta contienda, ése era su hijo.
Los caballeros partieron cada uno en una dirección. Uno a la derecha, otro a la izquierda, otro al frente, otro marcha atrás, otro iba al norte, otro al noroeste, otro al nornoroeste y uno al noroeste-oeste. Ninguno fue al sur y solo uno fue hacia el noreste-este-este. Este caballero, llamado Violeto, y apodado “El paleto” (por que rimaba) se adentró en el bosque Maldito, en cuyo centro se encontraba el parque nacional “Las Brujas”, declarado patrimonio de la humanidad por
El interior de la roulotte era el triple de grande de lo que esta parecía por fuera. Estaba decorado al estilo vudú, con pollos colgando de las paredes, una gran olla en medio de una hoguera en el centro de la única sala que componía la “roulotte”. Había bombos y artilugios de todo tipo, incluido un pollo de goma con polea y un cuadro de Guybrush Trheepwood. La anciana se sentó en una silla frente a la hoguera. Sobre la silla había colgado una gran foto del Gran Mono vestido con su uniforme militar saludando a las masas. La foto estaba hecha en plano americano. Cuando Violeto fue a hablar ella le interrumpió diciendo “Sé a lo que has venido, la solución te la daré sin pedirte nada a cambio, pero antes deberás encontrar los ingredientes para que pueda fabricar el artilugio que salvará a tu príncipe.”
La anciana veintañera le dijo al caballero, mientras se fumaba un habano, que debía ir al chatarrero y encontrar piezas de relojería. Luego debía ir al ganadero loco del norte del valle del Diablo, situado a escasos quilómetros del bosque maldito, y conseguir el cencerro de la “Vaca Burra”, la vaca más preciada del ganadero loco. Finalmente debía ir al relojero de la calle San Ramón de Miöllo, de la pequeña localidad de Caerdanolica del Vaelés, situado en el Occidente de Miölle, y pedirle las agujas del reloj más viejo que tenga. Así lo hizo pues el caballero y se puso rumbo al chatarrero. De hecho el chatarrero estaba a la salida del bosque maldito, yendo hacia el oeste, antes de llegar al Valle del Diablo. Allí le atendió un amable señor y le indicó dónde podía conseguir las piezas. Se dirigió hacia el lugar a lomos de su pollO gigante y encontró las piezas. Pero al cogerlas un enorme monstruo se levantó tras la colina de chatarra. Era un dragón neumático, hecho con neumáticos viejos. Una bestia de leyenda que solo habita en vertederos y chatarreros. El animal atacó con su peor arma: escupió alquitrán. El caballero frenó el ataque con su escudo de mosso de escuadra, un recuerdo de
Luego llegó a Caerdanolica del Vaelés. Fue al relojero, le pidió las agujas y tras una espera de 5 horas y media, el relojero le dio las agujas. Cuando le dijo que había esperado mucho el relojero le enseñó el reloj que había colgado en la pared, que no tenía pila, y que se había quedado atascado a las 12, diciéndole que no había pasado ni un segundo. Violeto le dijo que no tenía pilas y empezó una discusión. Acabaron a hostias y Violeto mató al relojero clavándole la segundera de un reloj de bolsillo en la yugular. Finalmente entró en el Valle del Diablo. El valle del diablo era algo así como el Valle del Guadalquivir pero sin Guadalquivir… y sin ser Valle, por que de hecho era una llanura enorme. En medio de la enorme llanura había una granja, era la granja del ganadero loco. Violeto escondió al pollo tras unos arbustos, lo cerró con llave y puso la alarma, por que el Valle del Diablo era un sitio con altos índices de delincuencia. Luego se puso en marcha hacia la granja. Sigilosamente se coló en los establos y rápidamente adivinó cual era la “Vaca Burra”. De hecho tenía un collar dónde ponía su nombre, con faltas: “Baca Vurra”. Silenciosamente y haciendo uso de su navaja multiusos le quitó el becerro a la vaca. Luego pensó que sería divertido abrir los establos y dejarlas en libertad y así lo hizo. Y luego salió corriendo. Al instante salieron las vacas corriendo y dos minutos más tarde salía de su casa el granjero loco a lomos de un pollO gigante con una machine gun en las manos disparando plomo contra Violeto que corría como nunca. Sacó las llaves de su pollO lo abrió desde lejos, los ojos del pollO se iluminaron durante un segundo dos veces para indicar que estaba abierto. Subió de un salto a lomos del pollO, lo arrancó y salió por patas. La persecución duró 10 minutillos, la poli paró a ambos y les hizo la prueba de alcoholemia. Como Violeto dio positivo y el ganadero loco no, al ganadero loco lo detuvieron y Violeto huyó. Si, en Miölle es ilegal conducir si no vas borracho.
Entonces Violeto volvió al bosque, a la roulotte. Le dio los ingredientes a la anciana que los vertió en la olla y dijo “Aaah! Culumbele! Aaaah! Culumbele! Culumbelé Culumbelé!”. La estancia se llenó de humo. Cuando la anciana apagó el habano que se estaba fumando y abrió las ventanas se disipó el humo. De la olla extrajo primero un hueso de pollo y luego un despertador que entregó a Violeto. “Cuando llegues allí, ponlo a las 5 y pónselo al lado, se despertará”, le dijo. Así lo hizo Violeto. Volvió victorioso, llamaron a los caballeros para que presenciaran la escena. Pusieron el despertador a las 5, sonó y el príncipe despertó. Al despertar miró a Violeto y le dijo “me has librado de mi maleficio, mañana nos casaremos”. En principio aquí se acaba pero resumo que pasó: se casaron. Intentaron acabar la guerra pero ni con el príncipe despierto lo consiguieron, el hermano ya era muy poderoso. Entonces pidieron ayuda a las milicias comunistas que les ayudaron de buen grado. Cuando ganaron la guerra las milicias comunistas colectivizaron todas las fábricas y todos los campos y expulsaron a la monarquía del reino de Miölle, al que ahora llamaron Unión de Repúblicas Populares Socialistas Asamblearias de Carácter Beligerante (